Hola querida Semilla,
Aquí te traigo la entrada de Capricornio, una Energía que nos enseña a superar los desafíos de la vida y que nos recompensa con la grata satisfacción de llegar a la cima de la montaña y ver los frutos de nuestro esfuerzo, volviéndonos maestros de aquello que tanto nos ha costado.
Vamos allá!
Índice de contenido
Datos técnicos
Antes de empezar, una aclaración SUPER IMPORTANTE.
Una cosa es hablar de cómo es la energía de Capricornio y otra hablar de personas cuyo signo del zodiaco es Capricornio.
Aquí hablaremos de lo que significa esta energía la cual está presente en todas las personas puesto que todos estamos formados por el resultado de combinar los 12 ingredientes/Energías que forman el Zodiaco de una manera particular.
Por tanto, sea tu Signo del Zodiaco Capricornio o no, puedes sentirte en gran parte identificado porque puedes haber nacido con otros planetas o puntos importantes ubicados en este signo.
- Capricornio es el 10ª signo del zodiaco, situado entre Sagitario y Acuario.
- Es el signo opuesto de Cáncer lo que significa que se encargan de funciones contrarias que se necesitan mutuamente para complementarse y hallar el equilibrio.
- Es el 3er signo que forma la triada del elemento Tierra (Tauro, Virgo y Capricornio) por lo que se lleva muy bien con esas otras 2 energías. Se potencian.
- Su planeta regente es Saturno conocido también como el dios del tiempo o Cronos para los griegos.
- Y su modalidad es cardinal. Esto quiere decir que es una energía encargada de iniciar procesos, al igual que Aires, Cáncer y Libra.
La estructura que da forma
Todas las energías que forman el zodiaco se pueden encontrar manifestadas en la Tierra, ya sea en lo vivo como en lo inerte.
¿qué quiere decir esto?
Que todo lo manifestado en la materia primero fue energía y por eso Capricornio se puede ver presente en la conducta de una persona, en la biología, en un animal, en un objeto, en una empresa, etc.
Decir Capricornio es referirse a aquello que se encarga de proporcionar una estructura sólida y duradera en el tiempo ofreciendo un sostén para el resto del sistema. Y esto, como decía, se puede observar en lo micro y en lo macro.
Por ejemplo, el esqueleto humano se asocia a la energía de Capricornio porque se encarga se sostener el cuerpo para que el resto de partes puedan realizar todos sus procesos. Huesos fuertes y sólidos creados con el propósito de ser los pilares que sujetan a nuestra parte física y poder movernos por la Tierra.
Y si profundizamos, también encontramos la misma función Capricorniana en la membrana celular que proporciona el soporte estructural a la célula. Esto es similar a la función de la cáscara en el huevo que es otro ejemplo muy esclarecedor de la función Capricorniana.
Esa cáscara protege el interior permitiendo que se desarrolle vida dentro y a su vez le da la forma ovalada que le caracteriza y define dónde empieza y dónde acaba el huevo. Esa cáscara es la estructura que sostiene todo lo que se forma dentro.
También en una empresa podemos ver cómo es crucial que haya unos fuertes pilares, una estructura base, formada por personas, normas y fundamentos que aseguren su durabilidad y correcto funcionamiento y que además le permita escalar y seguir construyendo encima de esos cimientos.
Y lo mismo sucede en las familias o ciudades en las que hay personas que cogen el rol Capricorniano proporcionando los pilares que permitan preservar lo creado y que siga creciendo. Ya sea la encargada de ofrecer un colchón económico, normas de convivencia, orden y estabilidad.
El soporte al servicio de la Esencia
Seguro que conoces a alguien en tu entorno (y sino es que eres tú) que se ofusca cuando las cosas no están bien hechas. Son esas personas que conversan sobre lo que se debería hacer para que todo funcione mejor. Parece que podrían arreglar el mundo si se les hiciera caso.
Si has nacido con energía predominante de Capricornio eres especialmente sensible a aquello que podría mejorarse notablemente, porque una cosa, si está bien hecha, ya pueden pasar años que se mantendrá estable.
Un asfalto que no se levante ni se hunda fácilmente, normas de tráfico que mantengan bien la circulación, leyes que protejan y sirvan bien a los ciudadanos, un sistema financiero que posibilite el desarrollo de aquello de los que cuida, edificios construidos a prueba de terremotos, empresas que se mantengan largos años sin quebrar y aporten cosas positivas a la sociedad, adecuados artilugios que te protejan de posibles accidentes… Todos estos ejemplos tienen en común la energía de Capricornio, pues su función es proporcionar la estructura necesaria para asegurar la estabilidad de aquello para lo que haya sido creado.
La energía de Capricornio aporta la forma para que “algo” se exprese o materialice.
Imagínate unos padres que tras observar el talento de su hijo para la cocina y toman la decisión de buscarle una buena academia para que desarrolle sus habilidades. Se encargarán de financiar sus estudios, de proporcionarle utensilios y espacio para que pueda practicar en casa y además supervisarán que esté llevando a acabo sus ejercicios. Es como decirle “Tú encárgate de desarrollarte que nosotros nos encargaremos de proporcionarte todo lo que necesites”
Esta labor está relacionada con Capricorniano proporcionando esos pilares, ese soporte material y emocional que el niño necesita para desarrollar su Esencia.
De la misma forma que la persona que dirige una empresa es la encargada de proporcionar recursos, resolver problemas y respaldar a los empleados para garantizar la estabilidad y crecimiento.
Esta labor se puede ver en jefes, profesoras, padres, madres, presidentes, alcaldesas, etc. En general son esas personas con suficiente autoridad, pero no para mandar e inflarse de poder, sino para servir a un colectivo de personas con implicación y responsabilidad en pro de la evolución de las Semillas.
Esta es la versión virtuosa de la energía Capricorniana.
Escalar la montaña
El tiempo es el que nos dirá si esa estructura está bien hecha o necesita hacer ajustes, porque todo tiene un momento de utilidad y las estructuras también necesitan ir actualizándose según vamos evolucionando y surgiendo nuevas necesidades.
Si los cimientos son fuertes entonces podremos seguir construyendo sobre ellos y escalando. Ahí es cuando aparece la otra cualidad de Capricornio que es la de establecer objetivos.
Esos objetivos nacen con el propósito de que la Esencia de lo creado siga expandiéndose y evolucionando, siga ascendiendo cómo si estuviésemos escalando una montaña y haciendo lo que haya que hacer para superar esos obstáculos que nos encontremos en el camino.
Las personas con predominante energía Capricorniana tienen este deseo innato por alcanzar objetivos cada vez más altos. Es el montañista que va superando las etapas.
Responsabilidad
Dada su función, es importante que las personas con fuerte presencia de Capricornio asuman la responsabilidad de hacerse cargo de ciertas cuestiones dónde se requiere que hagan justo lo que han venido a hacer.
No todos los Capricornianos asumen este rol con gusto, muchos sienten que es una carga demasiado pesada, no se creen capaces y temen confundirse y asumir las consecuencias.
Otros sin embargo asumen demasiadas cargas y se van al otro extremo queriendo controlarlo todo y supervisarlo todo con dificultad para delegar, anulando la posibilidad de que otras personas ejerzan su propia parte Capricorniana correspondiente.
Esto depende de cómo te estés relacionando con esta energía y esto está especialmente influido por la herencia familiar, es decir, cómo tus ancestros se hayan relacionado con Capricornio porque así se te habrá transmitido.
Sea como sea, Capricornio exige de trabajo y perseverancia, por lo que en la casa astrológica dónde tengas a Capricornio en tu carta natal, es un área que te exige currarte ciertos temas correspondientes a esa Casa.
Maestría
Como decía, Capricornio nos exige un trabajo que, con el tiempo, se convertirá en el desarrollo de una maestría que será clave en nuestro aporte a la sociedad.
En este trabajo evolutivo necesitaremos aprender a integrar la energía opuesta; Cáncer, porque como en todas las energías, hay extremos y si a Capricornio no le incorporamos unas dosis de Cáncer nos convertimos en esa personas que sólo le importa mantener y seguir las normas establecida olvidándose por completo de sus emociones y de que a quién sirve es a la Esencia y para eso hay que pararse a escucharla, sentir el corazón y dejar que nuestras emociones e intuiciones hablen para así colocar la bandera del próximo objetivo con sentido y reme a favor de la semilla que está pulsando desde el interior.
Y como toda montaña, al principio del viaje se nos puede hacer muy cuesta arriba, viéndolo casi imposible de alcanzar, con muchas pruebas, miedos y altibajos exigiendo que demos lo mejor de nosotros mismos, le dediquemos tiempo a ello, desarrollemos músculo, resistencia, constancia…
Por eso, allí dónde tengas a Capricornio en tu Carta Natal está hablando de cuál es esa área de tu vida que simboliza la montaña que vienes a escalar. Son esos constante desafíos que parecieran que sólo te pasan a ti.
Esto se ve con las casas astrológicas que son esos casilleros enumerados que encontramos dentro de la Carta.
Capricornio en las casas astrológicas
Por ejemplo,
- Capricornio en la casa 2: La casa 2 es el área de los recursos y activos que dispones (tangibles o intagibles), que te aportan un gran valor y que puedes utilizarlos para aportar valor a los demás y ganar dinero con ello si quieres. Por ejemplo, pueden ser inmuebles como habilidades a las que sacarle partido. Si tienes a Capricornio en la cúspide de esta casa puedes sentir que no hay nada valioso en ti con lo que ganarte la vida, quizás pienses que no tienes talentos que ofrecer o que te cuesta mucho encontrarlo, o que siempre andas con problemas económicos, o constantes complicaciones con tus bienes materiales que incluso pueden venir de herencias familiares lejanas (debido a que con Capricornio nos encontramos con estructura formadas) o se te hace cuesta arriba ponerte a crear eso que tanto tiempo llevas en mente. Ahí está tu montaña a escalar.
- Capricornio en la casa 3: La casa 3 es el área de los estudios, los hermanos, tus momentos de conversación intercambiando opiniones e ideas con otros. Tener a Capricornio en esta área puede vivirse como dificultades en el colegio, sentir que no se te da bien estudiar, que se te hace cuesta arriba, que tus intentos parece que caen en saco roto, que te cuesta comunicar con fluidez tal como lo hacen otros. Ahí está tu montaña.
- Capricornio en la casa 6: La casa 6 es el área del trabajo diario, esa forma especial que tu tienes que habitar tu día a día en la Tierra, esas tareas que hacemos todos los días como parte de adaptarnos a la vida en la Tierra. Cuidar y atender las necesidades del cuerpo, trabajar en un oficio, lavarse los dientes, echarle de comer a tus mascotas, tirar la basura, revisar las facturas, ordenar la casa y tu vida en general. Tener a Capricornio ahí te trae un desafío con todas esas cuestiones. Pareciera que no fueras a poder construir una vida lo suficientemente sólida como para darse este fenómeno de adaptación y rutinas repetitivas. Quizás te cueste encontrar ese trabajo, hogar, orden con que el poder sostener por ti misma todo esto. Ahí está tu montaña.
- Capricornio en la casa 10: La casa 10 es el área asignada arquetípicamente a Capricornio, porque abarca ese servicio comunitario o legado que dejamos a los demás. Es nuestra salida al mundo público o profesional y sus frutos. Como la persona encargada de dirigir una empresa, una ciudad, una familia, un colegio, una comunidad, etc. Ofreciendo ese soporte que los demás necesiten, enseñando desde la sabiduría del que viene de escalar una dura montaña y sabe como superar los obstáculos. Es ahí dónde está tu montaña.
Y así sucesivamente podríamos ir pasando por todas las casas, pero dejemos esto para otra ocasión o para una consulta más personalizada si lo deseas.
Observar la casa astrológica en la que tengas a Capricornio en tu Carta Natal te va a dar claridad respecto a esas dificultades que te encuentras y pareciera que te superan. Ahí es dónde la vida te exige que desarrolles esa maestría (también hay que tener en cuenta a su planeta regente Saturno), que le dediques tiempo, constancia y que no te rindas.
Ladrillo a ladrillo el edificio se construye inevitablemente de la misma forma que paso a paso la montaña se escala. Es cuestión de tiempo. Escucha tus ritmos, respétalos, haz los ajustes que necesites, pero no abandones porque hay algo que aprenderás que es parte de tu destino.