En esta publicación voy a hablar sobre una de las complicaciones más comunes que aparecen cuando nos relacionamos. Se trata del fenómeno de las proyecciones y tengo mucho que contar al respecto. Esta va a ser la primera parte de muchas.
Y lo voy a abordar desde el punto de vista astrológico. En concreto desde el Elemento predominante de tu Carta Natal.
Y como siempre, recordarte que esto es un punto de vista. Experiméntalo por ti misma.
Vamos allá.
Índice
Las proyecciones en las relaciones
Cuantas cosas suceden cuando nos relacionamos.
Imagínate que estás delante de un amigo, familiar, compañera (quien sea) que te está contando algo que quiere compartirte.
Y mientras escuchas, vas recibiendo la información e interpretándola a tu manera, montándote una historia que puede o no coincidir con la realidad de la otra persona.
Pues cuantas veces habremos interpretando cosas distintas y seguido en conversaciones paralelas… creando los malos entendidos e ideas de las personas apresuradas.
Y entonces, crees que entiendes y conoces perfectamente a esa persona y sin darte cuenta entras en una inercia, dejas de estar presente, porque ya «sabes» de lo que te hablan e inconscientemente comienzas a pasar por alto información relevante, porque tu ya estás en tu propia realidad, encajando tus experiencias dentro de esa historia, incluso, ya estás pensando en la respuesta que vas a darle.
¿Cuál de esas 2 realidad es más real?
Para una tercera persona que observe desde fuera, ambas realidades analizadas por separado tendrán su lógica y serán igual de válidas y factibles.
El caso es que en los temas relacionales lo que nos interesa no siempre es la verosimilitud de la realidad que cada uno vive, sino de tratar de ponerse en los zapatos del otro y ver desde sus ojos.
Es decir, salir de mi realidad para compartir por un momento la suya y desde ahí CONECTAR.
Y qué peligroso cuando en base a realidades virtuales nos montamos imágenes o ideas sobre las personas…
Entonces ahí, la otra persona desapareció para ti y empezaste a relacionarte con un sucedáneo de esa persona, una reproducción/imagen mental producto de esa realidad virtual que te creaste a través de tus propias experiencias vividas.
Por lo que la idea que acabas de formarte tiene que ver más contigo que con la otra persona.
Y así creaste una Proyección.
Tal cual hacen los proyectores de cine, superpusiste una imagen nacida de ti sobre la «pared» de la otra persona.
Y así nos relacionamos…
Esto no has pasado a todos…
Falsa conexión
Y es curioso porque, cuando proyectamos, sentimos una sensación de conexión fuerte, creemos entender a la otra persona perfectamente y saber por lo que está pasando y sin embargo, dado que se trata de una proyección, la otra persona cada vez está más lejos e incluso se puede sentir frustrada o no vista al ver como tratan de reconducir la historia por un camino que no es.
La realidad que tu vives o has vivido no tiene por qué ser la misma que está viviendo el otro, por lo que cuando tratas de entenderlo únicamente desde ti, entonces estás empezando a dejar de relacionarte con uno otro para relacionarte contigo mismx.
Ahí es cuando verás en el otro sólo lo que tu necesitas ver.
En una relación para que la conexión sea reciproca se necesita empatía, escucha activa, silencio, atención, estar presente, concentración, dejarse sorprender, abrirse a seguir aprendiendo...
Realidades virtuales en las relaciones
Pues aquí estaba preguntándome y reflexionando sobre todo esto tratando de entender el motivo de la distorsión.
La respuesta que canalicé fue que depende de la forma en la que cada persona percibe y recibe la información y qué hace con ella.
Entonces, acabé desembocando en las diferentes formas que tenemos de recibir la información dependiendo de nuestro Elemento predominante (agua, tierra, aire y fuego).
Según el elemento predominante de la persona, la forma de acceder a la información y crear la realidad cambia.
Y sabemos que “La Realidad” no es absoluta, hay múltiples realidades, según los ojos de quién la esté mirando.
Dependiendo del observador la realidad observada se percibirá de una forma u otra, extrayendo diferentes conclusiones.
Por eso, cuando entramos en el camino de conocernos (lo que entendemos por desarrollo personal) gradualmente también va cambiando la forma en la que miramos y percibimos el mundo porque los ojos desde la que la miramos, el observador, ha cambiado.
El observador puede ir “puliendo” esa realidad que, en un principio creía absoluta, limpiándola de sí mismo, detectando las realidades virtuales.
Formas de recibir a la información según el Elemento
Breve introducción a los elementos
En Astrología occidental se dividen las 12 energías del zodiaco en 4 elementos; Agua, Tierra, Fuego y Aire.
Aires, Leo y Sagitario pertenecen al Fuego.
Tauro, Virgo y Capricornio a la Tierra.
Géminis, Libra y Acuario al Aire.
Cancer, Escorpio y Piscis al Agua.
Por su distribución en el cielo, los elementos de Fuego siempre están enfrente de los del Aire, y los del Agua enfrente de los de Tierra.
Esto todo tiene una lógica que cuando la comprendes entiendes mucho como funcionan las cosas en el planeta.
Prosigamos con como actúa cada elemento en el terrenos de las relaciones sociales.
Agua
El Agua es el elemento empático por naturaleza pues maneja el plano de las emociones. Al igual que hacen los líquidos, tiene la cualidad de adaptarse, cambiar de forma, ponerse en la «piel» del otro, se moldea y puede cambiar de recipiente para ver cómo se siente al estar en otra forma, cómo es estar ahí (entendiendo la forma como la persona, la vivencia del otro, su realidad). Por eso puede sentir las emociones de los otros o del ambiente porque este elemento traspasa la materia. Las personas con el elemento Agua predominante reciben la información por la vía de las emociones.
Aire
El Aire maneja las palabras, el lenguaje verbal, los pensamientos y construye con agilidad conceptos a través de relaciones lógicas. Le pone nombre a la información, utiliza definiciones y acude a su base de datos para extraer conclusiones; es decir, rápidamente le llega información que ha leído, visto o escuchado en algún momento de su vida manejando un volumen de datos con gran agilidad y rapidez que le permite comprender y encajar la información con mucha claridad y lógica. Las personas con el elemento Aire predominante reciben la información del plano conceptual.
Tierra
La Tierra es observadora y temporal, va a fijarse en los detalles, en los hechos, los resultados, lo que es visible y perceptible por los sentidos y en base a eso sacará sus conclusiones. Conclusiones realistas, verosímiles, demostrables. Por eso se encarga de observar bien el contexto y estar al tanto de la historia de principio a fin, para hacer un recorrido en el tiempo cronológico, casi estadístico, porque sino sólo podría basarse en lo que está viendo ahora y sabe que eso es insuficiente, que todo tiene un proceso y un orden para llegar a un resultado concreto. Las personas con el elemento Tierra predominante, extraen la información de los hechos, de lo observable del plano de la materia.
Fuego
El Fuego puede pillar muy rápido lo que le están contando. Con pocas palabras puede recibir en un instante una imagen de la escena que le están contando y contemplarla como quién mira una película y, de un pasada, extraer el mensaje. Y no porque se lo hayas contando, sino porque lo ha «visto». A veces parece como si tuvieran telepatía y recibieran la información a banda ancha. Aquí aplica justo el refrán «una imagen vale más que mil palabras». En un instante pueden llegarle un ráfaga de imágenes de las que recogerá toda la información, y a modo de síntesis, como quién ya lo ha vivido y puede echar la vista atrás, entiende lo que ha pasado y a dónde le conducía todo eso. Y puede sorprender cómo llegó a esas conclusiones pues no le hizo falta escuchar la historia entera para comprender lo que estaba pasando. Las personas con el elemento predominante Fuego, extraen la información de manera intuitiva a través de imágenes y visualizaciones.
Virtudes y sombras de los elementos
Como ves, cada elemento tiene una forma diferente de recibir y extraer la información y cada uno posee virtudes valiosas y necesarias para funcionar en el día a día.
Pero esto no siempre funciona así.
Según el contexto y como nos llevemos con el resto de elementos, esto puede irse a extremos que suponen un problema a la hora de relacionarse con las personas.
Es decir, existen otras formas, menos armónicas, en las que cada elemento puede interactuar que son las que ocasionan confusiones, malos entendidos, discusiones, proyecciones…
Esto sucede cuando el elemento se presenta desde un extremo u, otra forma de decirlo, cuando se expresa desde su sombra.
¿Y cuál es la sombra de cada elemento?
¿Y qué podríamos hacer para expresarlo desde la virtud?
Continuamos en la segunda parte.
Un saludoo!
Ana Semilla
PD: Imagen cabecera de pch.vector en Freepik